Leer clásicos te reconcilia con la lectura y con la vida misma. Y eso es lo que me acaba de pasar con Benito Pérez Galdós y su Marianela.
Siendo una obra "menor" en lo que a número de páginas se refiere (poco más de 200) frente a otras de más renombre como Fortunata y Jacinta, que tal vez sea la más importante, Marianela es muy representativa del estilo y la época del autor y es una lectura que a pesar de la tristeza que desprende se disfruta muchísimo y será imposible olvidar. Me parece una muy buena elección si te quieres acercar a conocer el maravilloso estilo del prolífico Don Benito.
Escrita en 1878, se enmarca en la corriente literaria del Realismo que se caracteriza por la observación minuciosa de la vida cotidiana, la descripción precisa de personajes y ambientes, y el interés en temas sociales y políticos. Se puso muy de moda en las últimas décadas del siglo XIX rompiendo con el Romanticismo anterior.
Algunos otros ejemplos de autores que siguen esta corriente realista son: Émile Zola, Honoré de Balzac, Gustave Flauvert, Leopoldo Alas Clarín, Emilia Pardo Bazán, Lev Tolstoi, Charles Dickens o Fiódor Dostoyevski, por mencionar algunos.
Marianela, (Nela, Mariquilla, María... de varias formas la nombran, aunque quienes la quieren le llaman Nela) la protagonista de la historia, es una joven huérfana, pobre de solemnidad, no muy agraciada físicamente,que viste harapos y va descalza. Nadie la tiene en cuenta, pero ella tiene un alma noble, es soñadora, apasionada, inocente y buena. No ha recibido ningún tipo de formación ni estudios y todo lo que sabe de la vida lo ha aprendido observando la naturaleza, siguiendo sus instintos y sacando sus propias conclusiones de todo lo visto y escuchado.
Su ocupación en la vida es acompañar a Pablo Penáguilas, hijo único heredero de una familia adinerada, propietaria de la explotación de las minas de hierro de Socartes. Es ciego de nacimiento y siempre va acompañado de Marianela que le sirve de guía y lazarillo. Ambos jóvenes a pesar de su diferencias sociales, tienen mucho en común, comparten sueños e ideales y se tienen un gran aprecio que roza el enamoramiento. Pablo "ve" a Nela con el corazón y es por eso que la imagina como una joven muy hermosa. Desconoce su poco agraciado aspecto físico, pero sí conoce su belleza interior y esto le hace presuponer que tiene que ser una auténtica beldad. .
Estos dos personajes mantendrán unos diálogos que no tienen desperdicio (afila el lápiz o prepara tus postits, porque los va a necesitar)
La narración arranca en el momento en que Teodoro Golfín, un reputado médico oftalmólogo amigo de la familia Penáguilas, llega a Socartes con la intención de examinar a Pablo para comprobar si es posible realizarle una operación que le devuelva la vista.
Desde el momento en que se plantea la posibilidad de que Pablo pueda llegar a ver, Nela se enfrenta a la disyuntiva de que quiere lo mejor para él, pero al mismo tiempo teme perderle para siempre cuando éste la vea como es realmente. No hace falta decir que la pobre Nela tenía la autoestima por debajo de los talones. A base de haber sido tratada toda su vida como a una bestia, ignorada y excluída , opina de sí misma que es una inútil que no sirve para nada, idea que repite varias veces a lo largo de la historia.
Entra en juego también Florentina, una prima de Pablo que acude a acompañar a éste durante su convalecencia. Y que como no podía ser de otro modo es un bellezón de manual.
Como no quiero destripar el resto de la historia, solo diré que en la aparentemente simple trama de la novela se tratan muchísimos temas: diferencias sociales, exclusión, orfandad, religión, educación, discriminación de la mujer, alguna pincelada política... y todos ellos son introducidos por el autor como que no quiere la cosa en las conversaciones entre personajes.
También resaltaría que la Naturaleza está muy bellamente descrita y este es otro rasgo del Realismo naturalista o Naturalismo, también muy en boga en aquellos años. Con gran maestría el autor sin mencionar el escenario nos sitúa en hermosos paisajes norteños y casi se puede respirar el fresco aroma y el verdor de los helechos.
No voy a descubrir la pólvora si digo que "ya no se escribe como antes" y que es un auténtico disfrute leer a Benito Pérez Galdós con su dominio del lenguaje, su rico vocabulario, sus agudas observaciones, su humor, sus interpelaciones y guiños al lector e incluso con el empleo de fórmulas que ya han caído completamente en desuso pero que no obstante se comprenden tan bien. Más de un siglo después de haberse escrito.
Por todo esto y mucho más tienes que leer Marianela.
O no sabes lo que te pierdes.
Bonus:
Esta novela ha sido llevada al cine al menos en dos ocasiones :
- La primera en 1940, dirigida por Benito Perojo y protagonizada por Mary Carrillo. https://www.youtube.com/watch?v=xqITuHP5Y6A
- La segunda en 1972, dirigida por Angelino Fons y protagonizada por Rocío Dúrcal, en una adaptación más libre y menos fiel a la original.