Descubre cómo alimentarte sin restricciones, liberándote de la culpa asociada a los alimentos y disfrutando de lo que comes a través de un sinfín de consejos y ejercicios.
Un libro muy útil, práctico y eficaz.
“Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”. Proverbio Hindú.
Descubre cómo alimentarte sin restricciones, liberándote de la culpa asociada a los alimentos y disfrutando de lo que comes a través de un sinfín de consejos y ejercicios.
Un libro muy útil, práctico y eficaz.
Uno de sus mayores atractivos son sus cuidadísimas portada, contraportada y guardas del libro. Tal y como la editorial Maeva nos tiene acostumbrados, la estética está muy trabajada, de manera que nos entra por los ojos y si eres amante de los libros no te puedes resistir.
Algo que me ha sorprendido y decepcionado un poco, es que tal y como cuenta la autora al final, los auténticos gerentes de la verdadera biblioteca fueron dos hombres. Una pena descubrir que Clara y Rubi no existieron , sino que son una licencia que se toma Kate Thompson para mostrarnos cómo de dura era la vida de las mujeres en aquellos años y más en plena guerra. Mujeres luchadoras, valientes, que sacaron adelante a sus familias ellas solas, que perdieron hijos y maridos en el frente y que llevaron sobre sus hombros todo el peso del mudo.
Este libro tiene como protagonista al mismísimo Miguel de Unamuno durante su etapa como catedrático en la Universidad de Salamanca, y el arranque de la historia está inspirado en un hecho real que ocurrió en dicha provincia.
Por ciertas circunstancias, Unamuno se siente en la obligación de demostrar la inocencia de los vecinos de la localidad de Boada, falsamente acusados de haber asesinado a un potentado de la región.
Se embarca entonces el catedrático en la tarea de investigar por su cuenta los hechos, en colaboración con el abogado defensor de los acusados, formando ambos una pareja al puro estilo Sherlck Holmes y Watson, buscando al verdadero culpable.
El caso se va complicando con la aparición de nuevos cadáveres y la entrada en juego de nuevos factores que pondrán a prueba las dotes deductivas de Don Miguel y le comprometerán en más de un sentido.
Me ha resultado un personaje muy creíble. Me he imaginado perfectamente a Unamuno en esta faceta de investigador, con un perfil muy humano, con sus virtudes, defectos y debilidades.
Me ha encantado, aunque de aparición muy breve, el personaje de Concha Lizarraga, la esposa de Don Miguel, que a modo de Sancho Panza trata de ponerle los pies en la tierra al protagonista, y tiene unas intervenciones muy agudas. Como el libro tiene vocación de continuar con nuevos casos unamunianos, espero que el próximas entregas Doña Concha tenga más protagonismo.
Aunque la resolución del caso me ha parecido un poco traída por los pelos, lo he pasado muy bien leyendo esta historia y me he quedado con ganas de más intrigas de este carismático personaje.