Por fin una historia que me llena, después de un pequeño bajón lector al no encontrar nada que mantuviera mi interés. Septiembre es un mes difícil para el sector librero y concentrarse en leer cuesta lo suyo.
Pero Ledicia Costas ha conseguido atraparme desde el minuto uno. Con su sentido del humor, su forma fresca de narrar y su personajes.
Golpes de Luz está escrita a tres voces:
Por una parte tenemos a Luz, una abuela de 80 años con mucho carácter que está perdiendo un poco el norte, provocando situaciones de lo más disparatadas. De trato difícil, mantiene contínuas disputas con su hija y se mete en líos contínuamente. Guarda un gran secreto que se irá desvelando.
Julia es la hija, periodista de profesión, recién divorciada, que vuelve a la aldea de Galicia para cuidar a su madre . Está empeñada en descubrir el paradero de su padre, desaparecido en los 90 y del que nunca más se supo. Gracias a su investigación para un reportaje logra sacar a la luz muchos secretos del pasado.
Sebas, el nieto, hijo de Julia. Un niño muy especial, inteligente e imaginativo, que no ha sido muy bien aceptado en el nuevo colegio. En cambio conecta a las mil maravillas con su abuela, a la que admira. Dada la extraña manía que tiene Luz de llevar siempre encima un martillo, Sebas está convencido de que su abuela es el dios Thor.
Me ha gustado mucho cómo construye cada personaje, cómo se expresa cada uno, y como entre los tres van completando el puzzle de esta historia que tiene como trasfondo el narcotráfico gallego que tanto daño hizo y queda muy bien reflejado en el libro.
Ha sido una sorpresa muy grata descubrir a esta autora a la que seguiré la pista de ahora en adelante.
La recomiendo mucho.
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