lunes, 19 de febrero de 2018

La bailarina de Auschwitz. Edith Eger


A priori no me apetecía mucho comenzar otra historia ambientada en la Segunda Guerra Mundial, y mucho menos teniendo como tema central el Holocausto nazi.

Pero este libro está escrito en primera persona por una mujer que sobrevivió a aquel horror, y es eso lo que me convenció para leerla. El hecho de ser un testimonio real de alguien que no solo milagrosamente salvó su vida, sino que pudo rehacerla dejando todo atrás, hacerse psicóloga  y ayudar a muchísima gente a superar diferentes traumas, hace que ya resulte suficientemente interesante.

Y si ves en la cubierta del libro la cara de esta mujer, que hoy en día es una anciana risueña de casi noventa años, con esa cara de buena persona, inspira confianza y casi ya sabes que su historia merecerá la pena.

En el libro nos narra no solo los horrores de los que fue testigo junto con su hermana, sino los efectos psicológicos que presenciar aquellos actos y vivir aquellas experiencias produjeron en sus mentes, condicionando todas sus vivencias posteriores.

No obstante, el mensaje que nos transmite es positivo, porque el ser humano tiene la capacidad de escapar de las prisiones que construimos en nuestras mentes y podemos elegir ser libres, sean cuales sean las circunstancias de nuestra vida.

Esta novela también puede ser leída como un libro de autoayuda, ya que lo es en cierto modo, pero basada en hechos reales y concretos, que es lo que le da más valor.

A mí personalmente  me ha gustado más la parte más biográfca del libro. 

Es en los capítulos finales en los que nos pone diferentes ejemplos de casos que ha tenido que tratar como psicóloga, y esa parte aunque interesante, me ha resultado un poco más inconexa.

En general tengo que decir que a pesar de la crudeza del tema, la lectura me ha resultado muy interesante y el mensaje que se extrae es muy positivo, por lo que os lo recomiendo vivamente.



Sinopsis.
Edith tenía dieciséis años cuando los nazis invadieron su pueblo de Hungría y se la llevaron con el resto de su familia a Auschwitz. Al llegar allí, sus padres fueron enviados a la cámara de gas y ella permaneció junto a su hermana, pendiente de una muerte segura. 
Pero bailar El Danubio azul para Mengele salvó su vida, y a partir de entonces empezó una nueva lucha por la supervivencia. Primero en los campos de exterminio, luego en la Checoslovaquia tomada por los comunistas y, finalmente, en Estados Unidos, donde acabaría convirtiéndose en discípula de Viktor Frankl. Fue en ese momento, tras décadas ocultando su pasado, cuando se dio cuenta de la necesidad de curar sus heridas, de hablar del horror que había vivido y de perdonar como camino a la sanación.


La Autora



Edith Eger nació el 29 de septiembre de 1927 en Kosice, Eslovaquia, en el seno de una familia judía.
Desde pequeña desarrolló gran habilidad para la danza, pero debido a su condición de judía le negaron la participación en los Juegos Olímpicos.
A los 16 años su familia fue trasladada a Auschwitz, lo que la dejó marcada para toda la vida, pero al mismo tiempo le dio la fuerza para ayudar a otras personas a superar traumas similares, haciéndose psicóloga y dando conferencias por todo el mundo, colaborando incluso con Victor Frankl.






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