Desde ahora, me declaro superfan de Karmele Jaio
.
Esta historia me ha llegado mucho. Es breve, pero hay que leerla despacio y paladeándola.La he leído en castellano (la versión original es en euskera), aunque como ha sido traducida por la propia autora, mantiene su esencia y su estilo íntegros.
Me ha gustado mucho. Qué bien refleja con pocas palabras ciertas situaciones que hemos vivido en la juventud los que pasamos de 40. El estereotipo masculino de ordeno y mando, la sumisión y sacrificio de las madres. Y cómo inconscientemente muchas veces perpetuamos estos roles.
Muy , muy recomendable.
Prometo leer las otras novelas de Karmele.
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